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Accidentes cerebro-vasculares

Revisor médico: Marcella A. Escoto, DO

¿Qué es un accidente cerebro-vascular?

Un accidente cerebro-vascular (también llamado "ataque cerebral" o "apoplejía") ocurre cuando se detiene la circulación sanguínea del cerebro, incluso durante solo un segundo.

La sangre transporta oxígeno y otras sustancias importantes a todas las células y órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro. Cuando ocurre un accidente cerebro-vascular isquémico (o isquemia cerebral), esas sustancias no pueden llegar a todas las partes del cerebro, de modo que mueren algunas células cerebrales. Esto puede dañar permanentemente el cerebro y hacer que el cuerpo de una persona deje de funcionar como debería funcionar.

En un accidente cerebro-vascular hemorrágico (o hemorragia cerebral), se rompe un vaso sanguíneo cerebral, inundándose de sangre el cerebro circundante y dañando algunas células cerebrales.

¿Quién puede desarrollar un accidente cerebro-vascular?

Muchos de nosotros creemos que los accidentes cerebro-vasculares solo afectan a los adultos, sobre todo a los adultos mayores o ancianos. Pero los niños también los pueden tener. Aunque los accidentes cerebro-vasculares sean menos frecuentes en los niños, pueden afectar a niños de todas las edades, incluso a aquellos no han nacido todavía.

Los accidentes cerebro-vasculares en los niños ocurren con más frecuencia durante el primer mes de vida después del nacimiento. A veces se llaman accidentes cerebro-vasculares perinatales (o neonatales). La mayoría de los accidentes cerebro-vasculares perinatales ocurren durante el parto o justo después del parto, y se deben a que el bebé no recibe suficiente oxígeno al pasar por el canal del parto.

Los accidentes cerebro-vasculares también pueden afectar a niños mayores. Pero la mayoría de ellos están causados por otras afecciones que impiden que llegue sangre al cerebro o que causan sangrados dentro del cerebro.

Causas de los accidentes cerebro-vasculares

Encontrar la causa de un accidente cerebrovascular en un niño puede ser difícil. Los accidentes-cerebro-vasculares que afectan a los adultos suelen ocurrir debido a la hipertensión arterial, la diabetes o la aterosclerosis. Los factores de riesgo de los accidentes cerebro-vasculares en los niños son más variados.

Los accidentes cerebro-vasculares de tipo isquémico son los más frecuentes en los niños. Suelen estar relacionados con:

  • una falta de oxígeno durante el nacimiento
  • un defecto o malformación cardíaca que ya estaba presente al nacer
  • trastornos de la sangre como la enfermedad de células falciformes, que destruye los glóbulos rojos y bloquea los vasos sanguíneos
  • lesiones en una arteria cerebral (un vaso sanguíneo que lleva oxígeno al cerebro)
  • la deshidratación
  • trastornos de origen genético, como la enfermedad de Moyamoya, una enfermedad rara que afecta a las arterias cerebrales
  • una infección, como la meningitis o la varicela

Algunos problemas que afectan a la madre durante el embarazo pueden hacer que el bebé tenga un accidente cerebro-vascular isquémico antes o después de nacer. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • preeclampsia (tensión arterial alta durante el embarazo que puede causar inflamación de manos, pies y piernas)
  • ruptura prematura de membranas (cuando una mujer rompe aguas 24 horas antes de que se inicie el parto)
  • diabetes
  • infecciones
  • abuso de drogas
  • problemas en la placenta que reducen el suministro de oxígeno al bebé, como un desprendimiento de placenta

Los accidentes cerebro-vasculares hemorrágicos pueden estar causados por:

  • una lesión en la cabeza que ocasiona la rotura de un vaso sanguíneo
  • una malformación arteriovenosa, una afección en la que los vasos sanguíneos del cerebro no están conectados correctamente
  • un aneurisma (debilidad en una pared arterial)
  • enfermedades que afectan la coagulación de la sangre, como la hemofilia

¿Cuáles son los signos y los síntomas de los accidentes cerebro-vasculares?

Los signos de los accidentes cerebro-vasculares en los niños mayores suelen ser similares a los de los adultos. Pueden incluir los siguientes:

  • debilidad repentina.
  • arrastrar las palabras
  • visión borrosa

Los niños que tienen un accidente cerebro-vascular perinatal no suelen mostrar ningún signo hasta varios meses o años después. En algunos casos, se desarrollan con normalidad, aunque a un ritmo mucho más lento que otros niños. También tienden a usar una mano más que la otra.

Los niños cuyos accidentes cerebro-vasculares les hayan causado lesiones cerebrales más importantes pueden tener convulsiones. La gravedad de las convulsiones puede variar, oscilando desde que el niño se quede mirando fijamente al vacío hasta que tenga violentas convulsiones en un brazo o una pierna.

Signos de los accidentes cerebro-vasculares en los bebés:

  • convulsiones en un área del cuerpo, como una pierna o un brazo
  • problemas para alimentarse
  • dificultades para respirar o pausas en la respiración (apnea)
  • preferencia precoz por usar una mano en vez de la otra
  • retrasos del desarrollo, como darse la vuelta o gatear más tarde de lo normal

Una convulsión puede ser el primer signo de que un niño mayor o un adolescente ha tenido un accidente cerebro-vascular. Estos niños también pueden presentar una parálisis repentina (incapacidad para moverse) o debilidad que afecta a un lado del cuerpo, en función del área cerebral que esté afectada y de la cantidad de daño que haya causado el accidente cerebro-vascular. Es más probable que lo primero que note un padre sean cambios en el comportamiento, la concentración, la memoria o el habla de su hijo.

Signos más frecuentes de los accidentes cerebro-vasculares en niños y adolescentes:

  • convulsiones
  • dolores de cabeza, posiblemente acompañados de vómitos
  • parálisis o debilidad repentinas en un lado del cuerpo
  • retrasos en el lenguaje o en el habla, o cambios, como arrastrar las palabras
  • problemas para tragar
  • problemas en la vista, como visión doble o borrosa
  • tendencia a no usar uno de los brazos o una de las manos
  • rigidez, contracturas o movimientos restringidos en brazos y piernas
  • dificultades en las tareas escolares
  • pérdidas de memoria
  • cambios repentinos en el estado de ánimo o el comportamiento

Si su hijo experimenta alguno de estos síntomas, llévelo al médico de inmediato o llame al 911. A un niño que está teniendo un accidente cerebro-vascular, se le puede administrar un medicamento para reducir la gravedad del accidente cerebro-vascular y los daños que cause en el cerebro.

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¿Cómo se diagnostican los accidentes cerebro-vasculares?

Los accidentes cerebro-vasculares perinatales y de la primera infancia pueden ser difíciles de diagnosticar, sobre todo si el niño no presenta signos ni síntomas evidentes. En algunos casos, solo se sabe que un accidente cerebro-vascular es el que está causando convulsiones o retrasos del desarrollo porque se descartan muchas otras afecciones.

Si el médico sospecha que se puede tratar de un accidente cerebro-vascular, probablemente querrá que el niño haga una o más de las siguientes pruebas médicas:

  • análisis de sangre
  • resonancia magnética (RM): una prueba segura e indolora que usa imanes, ondas de radio y tecnología de computación para generar imágenes de gran calidad de partes internas del cuerpo, como el cerebro
  • angiografía por resonancia magnética (ARM): una resonancia magnética de arterias específicas
  • venografía por resonancia magnética (VRM): una resonancia magnética de venas específicas
  • tomografía computada (TC) o tomografía axial computada (CAT): una prueba rápida e indolora que genera imágenes de huesos y otras partes del cuerpo usando rayos X y una computadora
  • angiografía por tomografía computada (ATC): radiografías de arterias específicas
  • ecografía craneal: ondas sonoras de alta frecuencia que rebotan y crean una imagen del cerebro
  • punción lumbar

¿Cómo se tratan los accidentes cerebro-vasculares?

El tratamiento de los accidentes cerebro-vasculares depende de:

  • la edad del niño
  • los signos y los síntomas que presenta
  • qué área cerebral está afectada
  • cuánto tejido cerebral ha sido dañado
  • si hay una afección que persiste que ha causado el accidente cerebro-vascular

Existen muchos tratamientos diferentes. Por ejemplo:

  • Un niño que tenga convulsiones puede necesitar medicamentos anticonvulsivos.
  • Un niño con una anomalía cardíaca puede necesitar medicamentos anticoagulantes.

En la mayoría de los niños con un accidente cerebro-vascular, el tratamiento también incluye:

  • medicina física y rehabilitación, o fisiatría. Los fisiatras son médicos que usan muchos tipos diferentes de tratamientos para ayudar a los niños a recuperarse de un accidente cerebro-vascular. Trabajan para mejorar y restaurar la funcionalidad y la calidad de vida de pacientes con afecciones médicas que afectan al cerebro, la médula espinal, los nervios, los huesos, las articulaciones, los ligamentos, los músculos y los tendones.

¿Qué problemas pueden ocurrir?

El daño cerebral provocado por un accidente cerebro-vascular puede causar una serie de problemas, algunos de los cuales pueden ser duraderos, como los siguientes:

  • parálisis cerebral
  • problemas cognitivos y de aprendizaje
  • parálisis o debilidad en un lado del cuerpo
  • problemas de comunicación
  • problemas en la vista
  • problemas psicológicos

Los niños que han tenido un accidente cerebro-vascular se visitarán con médicos especializados en ayudar a sus pacientes a afrontar estos problemas. Estos especialistas incluyen a:

Un fisiatra puede encargarse de supervisar todos los cuidados que reciba el niño.

¿Qué más debería saber?

Ahora, no existe ningún tratamiento que pueda "arreglar o reparar" las células cerebrales que han muerto. Pero las células cerebrales que no están dañadas pueden aprender a realizar las funciones de las células que han muerto, sobre todo en las personas jóvenes.

Muchos niños que han tenido un accidente cerebro-vascular pueden volver a aprender a usar los brazos y las piernas y a hablar con un re-entrenamiento cerebral. Este proceso suele se lento y difícil. Pero los niños tienen una ventaja sobre los adultos porque sus cerebros todavía se están desarrollando. La mayoría de los niños que han tenido accidentes cerebro-vasculares pueden relacionarse con normalidad y ser miembros activos de sus comunidades.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Si su hijo ha tenido un accidente cerebro-vascular, usted no está solo para afrontar su rehabilitación y sus cuidados de cara al futuro. Los médicos y los terapeutas que trabajarán con su hijo estarán ahí para apoyar a toda la familia al completo. No dude en hacer preguntas sobre la afección o el tratamiento de su hijo, y pida ayuda cuando la necesite.

Busque grupos de apoyo para padres de niños que han tenido accidentes cerebro-vasculares, como los siguientes:

  • Children's Hemiplegia and Stroke Association (Asociación de hemiplejía y apoplejía infantil)
  • University of Colorado Pediatric Stroke Parent Support Group (Grupo de Apoyo para Padres de hijos con Apoplejía Pediátrica de la Universidad de Colorado)
  • Adelynn Neonatal Stroke Survivor!

La información y el apoyo de otros padres que están afrontando los mismos desafíos que usted le pueden ayudar a encontrar la fuerza que necesita para ayudar a su hijo a recibir los mejores cuidados posibles.

Revisor médico: Marcella A. Escoto, DO
Fecha de revisión: enero de 2019