Lesiones de rodilla

La rodilla es una articulación que une el hueso del muslo (o fémur) a la parte superior del hueso de la espinilla (o tibia). Está compuesta por huesos; músculos; y tejidos llamados cartílagos, ligamentos y tendones. Estas partes funcionan conjuntamente para que las piernas se doblen, se estiren, pivoten y roten. Una lesión de rodilla puede afectar a una o más partes de la rodilla.

¿Cuáles son las causas de las lesiones de rodilla? 

Los niños y los adolescentes se pueden lesionar la rodilla en caídas o en otros tipos de accidentes. En otros casos, puede ocurrir problemas por un uso excesivo. Esto sucede cuando una persona entrena demasiado para un deporte o repite los mismos movimientos una y otra vez con la rodilla.

Entre las lesiones de rodilla más frecuentes en niños y adolescentes, se incluyen las siguientes:

• los esguinces: cuando un ligamento se estira o se desgarra, como el ligamento cruzado anterior (LCA) o el ligamento colateral medial (LCM) de la rodilla
• las distensiones: cuando un músculo o un tendón se estira demasiado
• la tendinitis: cuando un tendón se inflama, a menudo por el uso excesivo, por ejemplo, en la rodilla del saltador
• las roturas de menisco: cuando el cartílago que hay entre los huesos superior e inferior de la pierna (llamado menisco) se desgarra o se rompe
• las fracturas: cuando se rompe un hueso
• la dislocación de rótula: cuando la rótula se sale de su sitio
• la enfermedad de Osgood-Schlatter: inflamación del tendón que une la rótula a la tibia
• la osteocondritis disecante: cuando un fragmento pequeño de un hueso de la rodilla pierde su irrigación sanguínea y se desprende del resto del hueso
• la bursitis: inflamación de una de las bolsas sinoviales (llenas de líquido) que sirven para amortiguar los golpes que recibe la rodilla

¿Cuáles son los signos y los síntomas de las lesiones de rodilla?

Los signos y los síntomas de las lesiones de rodilla dependen de la causa. La mayoría de los niños y adolescentes con lesiones de rodilla tienen dolor. Quizás noten la rodilla débil o como que "cede" o se "traba". Es posible que presenten síntomas como, por ejemplo, no poder enderezar o doblar la rodilla por completo, además, una rodilla lesionada podría estar hinchada o amoratada.

¿Cómo se diagnostican las lesiones de rodilla?

Para diagnosticar una lesión de rodilla, los médicos preguntan cómo ocurrió la lesión y cuáles son los síntomas. Asimismo, le harán una exploración física al paciente, que incluirá presionarle la rodilla y la pierna y moverlas de determinadas maneras. Esto los ayudará a saber qué parte de la rodilla está lesionada.

Podrían pedir pruebas de diagnóstico por la imagen, como una radiografía, para saber si hay lesiones en los huesos, o bien una tomografía computada (TC) o una resonancia magnética (RM) para observar el interior de la rodilla.

¿Cómo se tratan las lesiones de rodilla?

El tratamiento de una lesión de rodilla depende de cuál sea su causa. Siga las instrucciones que le dé el médico sobre qué actividades puede hacer su hijo. Si una actividad le provoca dolor, su hijo debería detenerse, para volver a intentar más tarde o al día siguiente.

Si el médico dice que está BIEN, puede darle a su hijo paracetamol o ibuprofeno para el dolor. Siga las indicaciones del prospecto o del envase acerca de cuánta cantidad debe usar y con qué frecuencia.

Para ayudar a su hijo con la hinchazón durante el primer día o los dos primeros días posteriores a la lesión, puede hacer lo siguiente:

• Poner hielo en una toalla y colocarla sobre la rodilla durante aproximadamente 20 minutos cada 1 a 2 horas.
• Envolver un vendaje elástico alrededor de la rodilla o bien usar una manga de compresión.
• Elevar la rodilla por encima de la altura del corazón.

Algunos niños y adolescentes con una rodilla lesionada pueden necesitar fisioterapia o cirugía.

¿Se pueden prevenir las lesiones de rodilla?

Para ayudar a prevenir las lesiones de rodilla asegúrese de que su hijo lleve siempre el equipo de protección adecuado cuando haga deporte (como rodilleras y espinilleras). Además, necesita calzado deportivo en buen estado que sujete y sostenga bien el pie.

Explíquele cómo moverse de manera segura. Cuando salte, su hijo debería flexionar las rodillas al caer al suelo. Y cuando deba moverse de un lado a otro o pivotar (como en el fútbol), su hijo puede intentar la siguiente técnica: agacharse flexionando rodillas y caderas. Esto ayuda a evitar una lesión de los ligamentos cruzados anteriores de la rodilla.

Recuérdele que en los entrenamientos debe comenzar haciendo ejercicios de calentamiento y luego finalizar con ejercicios de enfriamiento. Su hijo también puede hacer lo siguiente: entrenamiento de fuerza de forma periódica para desarrollar los músculos y estiramiento o yoga para mejorar la flexibilidad.

Por último, anime a su hijo a mantenerse activo durante todo el año, incluso si no participa de un deporte organizado. Esto lo ayudará a mantener las rodillas y el resto del cuerpo en forma.

¿Qué más debería saber?

Si a su hijo le duele la rodilla, es importante averiguar el porqué. Lleve a su hijo al médico para conocer la causa y obtener el tratamiento adecuado.